Este corazón ha nacido de esos retacitos tan mínimos, que en otro momento de mi vida los hubiera tirado a la primera por considerarlos que ya nada demasiado extraordinario podría salir de ellos.
Sin embargo, las que nos dedicamos al patchwork aprendimos como primera lección que ningún fragmento de tela por chico que nos parezca debe de ser desechado, ya que un día, todos ellos juntos, pueden formar parte de pequeñas o grandes labores.Retacitos de Amor |
¿Cuántas veces nos pasa esto en nuestra vida diaria?, ¿cuántas veces dejamos de iniciar algunos proyectos por pensar que nunca poseemos lo suficiente para llevarlos a cabo?, ¿cuántas veces aplazamos planes esperando tener más de lo que en realidad precisamos y acumulamos sin casi tiempo para emplearlo?, ¿cuántas veces lo intentamos valiéndonos tan solo de lo que sí tenemos?.
No advertimos que en muchísimas ocasiones no necesitamos más abundancia que la que ya tenemos.
Concretemos pues, nuestras ideas, nuestros proyectos más ansiados, nuestros planes más deseados, nuestras obras más queridas. No pidamos más!!!. A veces el secreto de la riqueza reside en hacer con lo mucho o poco que ya tenemos grandes cosas.
Pues este corazón es una humilde prueba de todo ello, un ejemplo que me recordará por siempre aquella primera lección no solo de patchwork sino también de vida.
Hoy enseño mi primer intento de hacer con retacitos insignificantes un bonito corazón, sin que por ello deje de ser un corazón repleto de amor, sin que por ello deje de ser un corazón colmado de sentimientos sinceros que brotan por doquier para mi hija Sol.
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